martes, 9 de abril de 2013

Falta de valores, causa de jóvenes infractores

Agencia Fronteriza de Noticias


El Sol de Tijuana
27 de abril de 2013

por Adán Mondragón

Tijuana.- Para el coordinador de Prevención del Delito y Participación de la Comunidad de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPE), Alfredo Pérez, el problema con los jóvenes que cometen delitos es producto de la descomposición social que generan las familias disfuncionales.

A raíz de la publicación de EL SOL DE TIJUANA, en la que se revela un incremento en el número de menores de edad que cometen delitos como robo, contra la salud y homicidios, Alfredo Pérez señaló que aunque hay programas preventivos, la responsabilidad es de los padres de familia.

Señaló que la ausencia de valores y principios en los hogares bajacalifornianos, son el detonante para que los menores de edad, desorientados, se refugien con malas compañías.

El coordinador de Prevención del Delito y Participación de la Comunidad de la SSPE, manifestó que el problema es grave y tiene que ser atacado desde varios frentes para que surta efecto.

"Lo principal es que los padres de familia estén al pendiente de sus hijos, las amistades que tienen y el círculo en el que se desenvuelven, y el gobierno debe ser el facilitador de espacios de convivencia", expuso.

Hay quienes piensan que es en las escuelas donde los niños y jóvenes deben formarse, eso no es cierto, la educación y formación de las personas se gesta en el seno familiar, apuntó.

Si en el hogar los menores están expuestos a violencia intrafamiliar, si los padres son adictos, pues es evidente que los niños van a replicar ese tipo de conductas antisociales en la escuela.

A lo más que pueden llegar los profesores, es a regañar o llamar la atención de los menores, pero esta situación se puede prevenir desde el hogar. Existe ese fenómeno de corresponsabilidad; los padres son quienes se encargan de la educación y en los planteles se brinda herramientas para formar a las personas, precisó.

Cuando no hay buena comunicación dentro de un hogar, entre padres e hijos, el riesgo es latente, de que ese individuo se acerque a malas compañías que seguramente le ofrecerán droga o alcohol, subrayó.

El funcionario estatal reconoció que hay mucho que hacer, pues cada día son más los menores que cometen actos ilícitos y el 90 por ciento de los casos son porque los menores son mal influenciados.

Para contrarrestar la situación la dependencia tiene un programa denominado "Operativo Mochila", sin embargo, se requieren de medidas preventivas en el seno familiar, concluyó.